De cañas y videojuegos: El fenómeno de los bares gaming

No ha pasado demasiado tiempo desde que Internet llegó a formar parte de nuestra vida cotidiana. Desde que era considerado, para muchos de nosotros, un pequeño tesoro recluido en puntos estratégicos de cada ciudad: locales donde el pase de entrada hacia territorio online eran un puñado de monedas. En ese momento Internet parecía tener un principio y un final, limitado por las cuatro paredes de cualquier cibercafé. Hablamos del antecesor de los bares gaming.

Los cíber parecían llegar como respuesta a una creciente comunidad que demandaba estar conectada en una época en la que Internet todavía no llamaba a la puerta de cada casa. Varias hileras de ordenadores esperaban a ser alquilados, minutos u horas, albergando en su interior la conexión que sus clientes ansiaban. Para hablar o comunicarse, para informarse. O para jugar.

Muchos recordarán largas tardes de Counter Strike en su cíber de confianza, acompañados de jugadoras y jugadores que daban sus primeros pasos en esto del videojuego online. De compartir experiencias con gente que estaba a kilómetros de distancia o con amigos de toda la vida. Fueron varios los cíber que además incorporaron a su equipo consolas y un cerrado catálogo de juegos, la mayoría de índole cooperativa o competitiva. FIFA y Call of Duty lucían en muchas de sus pantallas, captando la atención de jugadores que pretendían alquilar, aunque fuera durante unos minutos, interacción compartida. El factor social estaba ahí, pero lo que vendía el cíber era Internet y el equipo técnico necesario.

Y entonces, la red inundó una mayoría de hogares como un auténtico tsunami. Lo online pasó a estar al servicio de cada uno, sin límites espaciales tan restringidos. El cíber se quedó atrás, reducido a un manojo de locales supervivientes que todavía persisten aquí y allá. Pero no podemos olvidar que los cambios no tienen que ser, ni mucho menos, dañinos. Los cambios pueden desencadenar, en lugar de finales abruptos, grandes transformaciones. A día de hoy es muy complicado encontrar un hueco para el cíber de hace unos años, pero no lo es tanto para la metamorfosis resultante. Una nueva forma de entender el ocio electrónico más social,  que comparte ciertas particularidades con su predecesor pero que se reinventa a sí mismo y se adapta a los nuevos tiempos, distanciándose. Hablamos de los bares gaming.

«Un bar gaming lo entendemos como una segunda casa», nos explica Álvaro Aspas, CEO de la franquicia Oh My Game, «donde la gente aficionada a este tipo de ocio pueda pasar sus horas allí, conocer gente, ir con sus amigos, relajarse…» Se trata de un tipo de local enormemente enfocado a la vertiente social del videojuego, un negocio que, de acuerdo al propietario de La Grieta en Vigo, Alejandro Pérez, consiste en «un bar normal y corriente donde a mayores tienes el tema del gaming. Ordenadores para jugar, consolas y retransmisiones de eSports.» Un centro de reunión para jugadores que amplía la perspectiva original del cíber: no acudes únicamente por su conexión y su equipo, sino también por la cómoda sociabilización que permite con otros miembros de la comunidad, por los atractivos hosteleros inherentes al negocio del bar y por la creciente influencia de los deportes electrónicos, tanto en su práctica como en su retransmisión.

El bar gaming magnifica la rama más social del videojuego y vende un punto de encuentro para que todas aquellas personas que comparten una misma afición puedan verse, interactuar cara a cara y tomar algo o jugar entre semejantes. Álvaro Aspas matiza su definición con respecto a los centros gaming de alto rendimiento: «El bar gaming se centra en la restauración mientras que los centros de alto rendimiento son más como el cíber 2.0, donde el verdadero ingreso está en el alquiler de los equipos». 

Podemos entender que un centro de alto rendimiento va dirigido, en gran medida, a un conjunto de jugadores que quieren mejorar su nivel o sus habilidades en un determinado eSport a través de un equipo técnico de gran calidad, mientras que el bar gaming se centra más en la restauración y en un público que quiere pasar el rato con otros jugadores. Dos sucesores del cíber que se complementan entre sí, con similitudes que podrían englobarlos bajo el mismo sector pero con suficientes diferencias como para marcar una delgada línea entre ambos.

Meltdown Madrid. Por Antía Reino – @antiareino
Hilera de ordenadores de NoPing Gaming Bar en Santiago de Compostela.

El negocio del bar en España

Para entender mejor la realidad de este tipo de locales, tocaremos en primer lugar una de las caras de la moneda: el bar. Y en España la conocemos bastante bien. De acuerdo a los datos proporcionados por la Confederación Empresarial de Hostelería de España, existen en torno a 183.306 establecimientos distribuidos por todo el territorio nacional, una oferta que supone la existencia de un bar por cada 255 habitantes. España se ha consolidado tradicionalmente como ‘un país de bares’, una particularidad que dice mucho de sus habitantes y que cumple unas funciones específicas.

El empresario gastronómico y antropólogo social Sergio Gil nos cuenta de qué manera influye el bar en una sociedad determinada: «La primera función es la de garantizar la sociabilización, es un lugar horizontal de sociabilización que nos asegura esa posibilidad. Tenemos la opción de abrir esa puerta y entrar en un sitio donde hablar con cualquiera que tiene el mismo papel que nosotros.»  El bar cumple una función de espacio social importante para cualquier sociedad, y que su tendencia gaming expande entre la comunidad de jugadores; una característica que, a diferencia del cíber tradicional, potencia en una proporción mucho mayor.

La función social del bar y su evidente predominio en España habla por sí mismo de qué tipo de sociedad hay en el país: «Una en la que necesitamos el reconocimiento del otro y comunicarnos constantemente», explica Sergio Gil, «en la que somos tremendamente sociables y comunicativos.» De acuerdo al antropólogo,  la sociedad española es una bastante desinhibida de forma constante, a diferencia de otros países en los que «cuando explotan, explotan de una manera mucho más brusca que nosotros». Esto permite, por otro lado, que no se vea al bar tan solo como «el lugar donde nos emborrachamos hasta la extenuación para desinhibirnos», sino también como un centro de reunión profundamente social que elegiremos, como veremos más adelante, si nos sentimos representados en él.

Los bares de España tejen entre sí una red que estimula la naturaleza social del país, y de la que evidentemente forma parte el bar gaming. Protagonizan una relevancia que se hace todavía más notoria si tenemos en cuenta que, junto con el resto del sector hostelero, aporta más del 7% del PIB de la economía española. Sin embargo, desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España nos explican que la crisis de 2008 inició un periodo de estancamiento que prosiguió, a partir de 2011, con un descenso continuado de los bares en la sociedad española. Esta evolución, aclaran, «se corresponde con el inicio de un redimensionamiento tendente a restablecer el equilibrio entre oferta y demanda, dado el exceso de oferta que supone la existencia de un bar por cada 255 habitantes».

El declive demográfico de las zonas rurales y el reposicionamiento de los habitantes en las ciudades tras la burbuja inmobiliaria son otros factores que propiciaron la notable crisis del bar. ¿Comparte su vertiente gaming la misma situación?

Los bares presentan una importante función a la hora de sociabilizar y de comunicarnos. Por Antía Reino – @antiareino
Recreativas de Next Level Arcade Bar. Por Antía Reino – @antiareino

El auge de los bares gaming

Muchos factores parecen indicar que no. Si bien el bar gaming comparte con el bar tradicional esa función profundamente social, su situación actual no se asemeja al de una crisis, sino más bien al de auge y el de crecimiento. Incluso pese a la naturaleza online y virtual de una buena parte del mundo del videojuego.

Es inevitable pensar en el hándicap al que parece someterse el bar gaming, moviéndose en un sector que se comunica y se relaciona fundamentalmente a través de Internet. Desde los deportes electrónicos masivos hasta el pequeño juego cooperativo, una infinidad de títulos multijugador son disfrutados de manera online y desde la comodidad de la casa de cada uno. La industria del videojuego pivota, en buena medida, en torno a la red de redes, y la democratización de Internet pone en duda la viabilidad de un negocio que trata de reunir en un mismo punto a ese público en concreto. Precisamente la decadencia del cíber surgió de la llegada del online a los hogares; pero como ya hemos comentado, el bar gaming es algo diferente.

«La sociabilidad en bares sobrevive porque hay que consumar el contacto con el otro», nos explica Sergio Gil, que define su función de «insustituible» en diferentes etapas de nuestra vida y en varios momentos de nuestro día a día. «En el bar se dan relaciones integrales satisfactorias, porque el contacto con el otro es lo que al final incluso justifica nuestra acción en redes. No podríamos ser exclusivamente virtuales», sentencia el antropólogo. El bar gaming viene a dar respuesta a un contacto más cercano dentro de la comunidad de jugadores; de nuevo, esa función social que el cíber no llegó a potenciar, y que permite al bar gaming sobrevivir y moverse de forma complementaria al territorio online.

«Somos el bar que creemos que mejor representa la figura que queremos mostrar al otro.» Según Sergio Gil, de aquí surge la preferencia que una persona puede sentir hacia un bar con respecto a otro: buscamos aquellos locales que mejor nos representen y que mejor se identifiquen con la imagen que queremos dar de nosotros mismos.  Esta es otra de las razones por las que un jugador estaría más predispuesto a visitar, de acuerdo a sus gustos y aficiones, un bar gaming.

«Bares temáticos como un irlandés, de metal o gaming buscan sectorizar mucho más y hacer un target mucho más pequeño», continúa el antropólogo, «Y a ese público le dan un rol. Cualquiera que va a un bar gaming pertenece al mundo gaming, y cualquiera que va a un bar metal se entiende que tiene un componente heavy.» Esta característica de pertenencia a una comunidad concreta influye en el posible éxito del bar gaming, en tanto que atrae a un público cada vez mayor que busca sentirse identificado, cómodo y ver reforzada su propia imagen.

Por otro lado, hemos podido hablar con los propietarios de diferentes bares gaming en España, los grandes implicados de este servicio hostelero para jugadores, y todos comparten una visión en común: el bar gaming está en auge. Almudena Gómez, copropietaria de Login Gaming Bar en Vigo, señala la creciente incorporación del gaming dentro de la estrategia comercial de muchas empresas, y advierte de una de las posibles causas del éxito del bar gaming en las nuevas generaciones que «nacen con la tecnología bajo el brazo

Nos decantamos por aquellos sitios que mejor nos representan. NoPing Gaming Bar.

Desde la franquicia Oh My Game también hablan del público que acude a este tipo de bares: «Cuando empezamos el público era muy del sector, quizás el lado más hardcore del gaming. Pero te vas dando cuenta de que cada vez llegan grupos más heterogéneos y más variopintos que a lo mejor simplemente han oído hablar del tema y les apetece probar». De acuerdo a Álvaro Aspas, OMG se expande hacia un tipo de público masivo y casual y se planta disponible tanto para jugadores veteranos como para los iniciados del mundillo.

Si en algo coinciden desde una mayoría de los bares entrevistados es precisamente en el crecimiento de la  industria del videojuego y, en menor medida,  de la tendencia en alza de los eSports. Para reforzar esta idea general, podemos tirar de diferentes datos y cifras.

Al hablar de la cantidad de jugadores y jugadoras esparcidos por el mundo, a nadie le sorprenderá su constante crecimiento y los desproporcionados números que aparecen. Según un estudio de Newzoo, en 2018 la comunidad gamer alcanzó más de dos mil millones de jugadores por todo el planeta, acompañados de una tendencia creciente en los ingresos totales generados. Si hablamos de España, las cifras en número de jugadores siguen una trayectoria similar: de acuerdo a la Asociación Española de Videojuegos, la industria superó en 2018 los 15 millones de jugadores, lo que supone más de un 40% de personas entre 6 y 64 años.

Cada vez son más las personas que juegan y crecen consumiendo videojuegos, y por tanto, cada vez hay más individuos que pasan a formar parte del público objetivo del bar gaming y que pueden sentirse representados en este tipo de locales. Basta con consultar las cifras de jugadores de títulos como Fortnite, capaces de crear tendencia y llegar a números desorbitados como los 8,3 millones de jugadores activos que amasó en 2018.

Los eSports también son un evidente factor a tener en cuenta, siendo retransmitidos en muchas ocasiones a través de las pantallas y monitores que pueblan las paredes del bar gaming típico. Imitan el papel que puede ejercer, por ejemplo, el fútbol, y llama la atención de aquellos seguidores de juegos masivos como League of Legends o HearthStone, que prefieren compartir el visionado y quedar con sus amigos en un ambiente acorde. El copropietario de NoPing Gaming Bar, Pedro Romero, nos explica lo esperable: «Para mí, cuanta más gente los vea más gente va a querer ir al bar. Todos los sábados tenemos gente viendo la LEC tomando un café o una cerveza.» Kike Gutiérrez, de Meltdown Madrid, corrobora su influencia y expone que «a la gente le gusta verlo y compartirlo, no recluido en su casa sino viéndolo como se ve un partido de fútbol, en el bar.»

Meltdown Madrid. Por Antía Reino – @antiareino

Y es que los eSports siguen de cerca al avance del número de jugadores general, con 191 millones de espectadores durante 2017 a nivel mundial y un crecimiento estimado del 50% hasta 2020, alcanzando los 286 millones según un estudio de Newzoo. A nivel español AEVI nos informa de la existencia de 2,6 millones de entusiastas a los eSports en 2017, lo que permite a España ocupar el duodécimo país del mundo en ranking de audiencia. Y se habla, incluso, de que los eSports acaben destronando al deporte tradicional en un futuro no muy lejano.

La retransmisión de los deportes electrónicos constituye una parte necesaria  del negocio y una actividad que encaja tanto en su temática gaming como en la función social del bar, pero no siempre en su rutina. Para el propietario de Respawn Gaming Bar, Sergio Rodríguez,  los eSports son importantes, aunque no para su día a día. «Importa cómo tengas montado el bar y cómo lo tengas enfocado, y engloba muchas más cosas que sentarse en un ordenador y jugar. La gente empieza viniendo por los ordenadores y se queda por el ambiente.»

Desde Login Gaming Bar, Almudena  incide en la influencia de las finales de juegos como LoL, durante las que abrieron a las 8 de la mañana para dar cabida a todos los jugadores que acabaron llenando el local; aunque normalmente se reduzca a esto, a eventos de especial relevancia como semis o finales.  En el caso de La Grieta, por ejemplo, admiten la influencia positiva de los eSports, pero las limitaciones espaciales del local demuestran la preferencia de su clientela a jugar más que a ver retransmisiones. Se centran, de nuevo, en eventos concretos y relevantes.

En más de un bar el potencial de su retransmisión se ve constreñido a momentos puntuales, situaciones de especial tensión para los seguidores del escenario de League of Legends, Counter Strike o Hearthstone, y que acuden para compartir la emoción y el interés de este tipo de competiciones. Un ambiente especial donde la bebida y la comida acompañan al punto más álgido de los equipos enfrentados.

Por otro lado, los deportes electrónicos son una vertiente extraordinariamente joven dentro de la industria del videojuego, de acuerdo a AEVI con un impacto económico relativamente limitado y todavía en su estado inicial de desarrollo dentro de España. «En este país estamos muy verdes», complementa Pedro Romero de NoPing Gaming Bar, «son empresas privadas las que llevan el tema: Movistar, Vodafone… Hasta que no se cree una organización, unos sindicatos y todo lo que necesita, está la cosa verde.»

No negamos la imprescindible influencia que los eSports tienen y tendrán de cara al futuro del bar gaming, así como los beneficios que este tipo de locales suponen para la expansión y asentamiento del deporte electrónico. Su faceta masiva, multijugador y competitiva es capaz de reunir en un mismo punto tanto a decenas de jugadores como de espectadores, de la misma forma que otros deportes suscitan sentimientos y emociones similares. Sin embargo, su todavía incipiente estado puede limitar su impacto general en el negocio del bar gaming; uno que, además, también está dando sus primeros e inestables pasos.

Fuente: Elaboración propia.

Los obstáculos del bar gaming

El bar gaming se encuentra en auge y surge como nuevo modelo de negocio a partir de la crisis del bar tradicional. De acuerdo a la Confederación Empresarial de Hostelería de España, «la sociedad de hoy en día está muy ligada a las nuevas tecnologías y la manera de divertirse y relacionarse, ahora, es diferente.» Nos explican que el bar gaming es capaz de beneficiar al sector hostelero general, puesto que «aportan un valor añadido a los establecimientos como modo de diferenciación y forma de diversificar su oferta», como respuesta a un consumidor que busca «nuevas experiencias y el tener varias propuestas dentro de los establecimientos.»

Pero no es oro todo lo que reluce. De la misma forma que la tendencia al alza de los ingresos y de la comunidad de jugadores no es indicativo de la ausencia de graves problemas en la industria del videojuego en España, tampoco quiere decir que el bar gaming sea un tranquilo paseo por el parque. Cada vez hay más jugadores y aficionados a los eSports, y por tanto, cada vez hay más gente que puede sentirse representada en ese ambiente y busque sociabilizar con individuos que comparten su misma afición; pero continúa habiendo grandes problemas y obstáculos a tener en cuenta.

Podemos empezar hablando de los propios eSports, cuyo creciente número de aficionados y espectadores resultará muy importante para el bienestar del bar gaming, pero que como ya hemos dicho, todavía presentan una influencia esporádica y ambigua en el día a día de varios locales, al menos en lo que a retransmisión se refiere. Si bien en franquicias como Oh My Game nos comentan que «conforme pasa el tiempo, la gente te toma como referencia para ver este tipo de competiciones», desde el ya cerrado AFK Gamer Bar de Murcia indican que «a día de hoy no hay suficiente público para ver un partido, a no ser que sea algo como las finales de LoL, que son muy puntuales. La gente no se desplaza para verlos, son unos deportes de muy fácil acceso.» Una asistencia intermitente que también comparten Respawn o Login Gaming Bar y que deriva en un visionado irregular según el bar gaming en el que nos encontremos, a diferencia del apoyo más constante del fútbol en otros establecimientos.

También se señala al tipo de clientela que frecuenta algunos de estos locales. Aunque sea algo que no se da en todos los casos, negocios como el AFK Gamer Bar o el también cerrado AFK eSports Bar de Tenerife nos explican que el poder adquisitivo de una buena parte de su público distaba bastante de lo deseado, generando «negocios de hostelería con unos servicios difíciles de mantener respecto al beneficio que ofrecen».

Como es lógico, estos locales gaming comparten una serie de problemas típicos de cualquier bar al uso: «Temas de licencia como cualquier negocio, es necesario informarse y asesorarse», nos explican desde La Grieta. En NoPing, por su parte, han tenido que lidiar con la multitud de problemas que suelen aparecer a la hora de montar un negocio, algunos de ellos de naturaleza imprevisible: «El bar empezamos a prepararlo en septiembre, miramos el local en diciembre pero no pudimos abrir hasta finales de marzo.» Pedro Romero comenta algunas de las mil y una calamidades sufridas, por ejemplo, problemas personales, técnicos o de licencias, que «en el centro de Santiago para hostelería ahora mismo es un caos. Rezar para que en el Ayuntamiento estuviera todo correcto y no hubiera que esperar más de quince o veinte días.» Sergio Rodríguez de Respawn también señala la necesidad de contar con cierto apoyo logístico, «porque tienes que tener a alguien que te ayude en tema de componentes, informática…» De acuerdo al propietario, el bar gaming presenta ciertas dificultades extra al combinar «la complejidad de un bar con la complejidad de una especie de tienda de informática.»

La intermitente influencia de los eSports puede suponer un obstáculo para bares enfocados en su retransmisión. Oh My Game. Por Antía Reino – @antiareino

Pero si en algo coinciden varios de los bares entrevistados es en las complicaciones económicas. Muchos de ellos hacen alusión a una inversión inicial de importante magnitud; una que, además, debe englobar el equipo técnico que aporta la naturaleza gamer al bar. Desde ordenadores hasta consolas, pasando por los monitores que retransmiten eSports, streamings o que simplemente son utilizados para jugar, el desembolso necesario para conseguir material de calidad no es para nada desdeñable. Y salvo el caso de franquicias asentadas como Meltdown, que consiguen campañas de esponsorización con compañías como Logitech, muchos carecen de ninguna ayuda o patrocinio.

«Eso sale todo del bolsillo de uno, es así», manifiesta Alejandro Pérez de La Grieta. «Al principio piensas ‘voy a montar esto, el primero en Vigo… tiene que haber gente interesada y patrocinadores’. Te informas y preguntas a ver si consigues algo, y nada». Como mucho, continúa, algún descuento que ni llega a compensar una compra online.

En Respawn siguen la misma línea de financiación propia: «Nadie nos ha ayudado, fuimos tocando las puertas de todos los sitios y nada.» Es algo que puede sorprender, sobre todo si tenemos en cuenta la publicidad indirecta que existe en todas y cada una de las piezas utilizadas. «La gente que viene juega con teclados que no son marca Respawn. Te preguntan lo que tienes porque van muy bien, y como mínimo haces publicidad.»

Varios bares gaming se ven sometidos a un gasto extra que lleva implícita una promoción gratuita para marcas de ordenadores, ratones, teclados y monitores. No se da patrocinio ni colaboración, y es el dueño del bar quien, por norma general, acarrea con esa inversión superior a la de un bar normal. Los propietarios de NoPing Gaming Bar, por su parte, aseguran haber hecho un all in tras utilizar todo el dinero ahorrado, aunque tuvieron la suerte de colaborar con Gaias Gaming, los organizadores del primer evento de eSports celebrado en la Ciudad de la Cultura de Galicia, a la hora de instalar las consolas. «Lo lleva un amigo nuestro y se ofreció a dejárnoslas y hacer colaboración», explica Pedro Romero, siendo una ayuda que se asemeja más a una excepción que a la norma general.

AFK E-Sports Bar corrobora esta realidad y asegura que «conseguir sponsor es una tarea difícil», y desde Login Gaming Bar señalan algunas de las posibles causas de los problemas de financiación, al menos en su caso: «Uno de los principales obstáculos es que somos dos personas jóvenes y la mayor parte de bancos te ven como una persona sin experiencia. El formato es poco conocido y hay falta de conocimiento por parte de entidades bancarias.» Lo novedoso del bar gaming dificulta sus mismos inicios, siendo un negocio del que se tiene escaso conocimiento y que no despierta confianza en organismos capaces de financiarlo. «Esta clase de locales requiere una inversión inicial bastante grande y mucho compromiso», continúa Almudena Gómez. «Estás metiéndote en préstamos, tienes que intentar que salga a flote, que la gente esté a gusto, venga y se anime.»

Next Level Arcade Bar. Por Antía Reino – @antiareino

Hablamos, por último, con Álvaro Aspas sobre las dificultades de franquiciar un local y expandir un negocio a distintas ciudades. Nos cuenta su experiencia en OhMyGame, que nació con la idea de convertirse en franquicia y con la iniciativa de simplificar al máximo sus procesos para replicarlos en cualquier lugar. «Eso nos facilitó las cosas, pero siempre es complicado replicar el espíritu. Al final los locales son los que los llevan y los que los hacen, en cómo haces las cosas y en cómo tratas a los clientes.» De acuerdo al CEO de la franquicia, los procesos de cocina y funcionamiento son Sota, Caballo y Rey, siendo mucho más complejo «transmitir al espíritu a la franquicia y que lo mantenga.» Generar un ambiente distendido, agradable e inclusivo debe ser el objetivo de cualquier bar que se precie, siendo las personas que están detrás de la barra sus principales responsables.

Podemos concluir en que es necesaria cierta precaución a la hora de abrir un bar gaming. Que el negocio esté en auge no quiere decir que esté libre de problemas, ni mucho menos que todos los bares estén destinados a un éxito asegurado. El bar gaming lucha contra la crisis del bar tradicional a través de la expansión de la comunidad gamer y la demanda de su función social, pero presenta graves inconvenientes a la hora de financiarse sin ningún tipo de patrocinio o ayuda, con una creciente pero todavía inestable influencia de los eSports en su visionado y una clientela, en ocasiones, con un poder adquisitivo limitado.

Galería de imágenes de distintos bares gaming

Sobre juegos y torneos

Si antes hablábamos de la función social que los bares gaming ejercen sobre la comunidad de jugadores, a nadie le sorprenderá qué tipo de juegos suelen poblar estos locales. Títulos disfrutables en grupo, multijugadores, altamente competitivos o que forman parte de una tendencia masiva. Así, encontramos un gran dominio de eSports como League of Legends, Hearthstone, Overwatch o Counter Strike y juegos como Fortnite y Apex en ordenadores; Fifa, Tekken o Call of Duty en PlayStation; y el imbatible Smash en Nintendo Switch, así como distintas obras de la saga de Mario. Todos ellos son videojuegos muy enfocados en su vertiente social, competitiva o cooperativa, con el fin de fortalecer la relación entre jugadores y complementar el ambiente y particularidades del bar gaming.

En cuanto a la gestión del uso que el consumidor hace de ellos, se dan varias posibilidades. Muchos bares incluyen cierto tiempo de juego en la consumición de alguna bebida o comida de la carta, y para Sergio Rodríguez de Respawn, esta es una diferencia clave con respecto al antiguo cíber: «Tú en un cíber vas y pagas por jugar, aquí te tomas algo y juegas.» Las consolas de Meltdown Madrid, por su parte, funcionan como el típico futbolín; algo que, de acuerdo a  Kike Gutiérrez, tiende a que la gente se relacione más entre sí y potencie todavía más la sociabilización.

Otros locales como Oh My Game consideran importante cobrar por consumición y por tiempo de juego: «Hacer una consumición y jugar gratis no es sano ni para el local ni para el cliente, porque al final los locales son un negocio y tienen que mantenerse. Y sobre todo porque pone valor a las cosas.» La Grieta, por otro lado, hace una combinación de los dos sistemas e incluye un tiempo de  juego en cada consumición,  pero con posibilidad de ampliarlo en cualquier momento.

El uso que se hace de ordenadores y consolas oscila entre estas dos opciones, sin llegar a un consenso claro. Donde sí hay más acuerdo es en el tipo de eventos que se organizan y que suponen otro de los fuertes atractivos del bar gaming. Oh My Game y Meltdown celebran en ocasiones noches especiales con juegos casuales como Trivial, apetecibles para todo el mundo, e incluso karaokes en el caso de OMG; Respawn realiza eventos centrados en juegos de mesa y anima a sus clientes a montar sus propias iniciativas, ofreciendo la infraestructura del local; Next Level Arcade tenía en mente la colaboración con una organización benéfica y NoPing Gaming Bar pretende incluir pasos de Ecuador, un gran filón para el público universitario al que suelen atender.

Pero lo que más abunda, sin lugar a dudas, es la celebración de torneos tanto para gente casual como para jugadores de índole veterana. Esta clase de competiciones presenciales funcionan extraordinariamente bien en los bares gaming, siendo locales centrados en la reunión social de jugadores y que pueden ser fácilmente aprovechados por diferentes comunidades, como la de Smash Galicia.

El bar gaming proporciona la infraestructura necesaria y fomenta la expansión de los torneos a pequeña escala. De acuerdo a ciertos estudios, animan a las comunidades locales a introducirse en el mundo de los eSports, beneficiando a la industria de videojuego en general. El torneo es, a grandes rasgos, el evento más habitual en este tipo de locales, capaz de potenciar todas las particularidades del bar gaming: sociabilizar, jugar y dar a conocer el deporte electrónico.

Esta faceta más competitiva está muy presente en todo bar gaming, ya sea a través de su retransmisión o mediante la celebración de torneos, y hablando con sus promotores descubrimos una nueva posibilidad que, al menos de momento, se antoja lejana: montar un equipo propio de eSports. Una aspiración que bares como NoPing en Santiago admiten, y en los que desearían tener la infraestructura necesaria como para dirigir un equipo llegado el momento.

La mayoría de locales, sin embargo, lo ven como un objetivo a largo plazo, y otros como una vertiente que no genera ingresos pero sí complicaciones. La naturaleza in situ de algunos locales, nos explica Sergio Rodríguez de Respawn, implica que el hecho de que se vea su logo en otras ciudades a través del equipo no repercuta de ninguna manera en el negocio. Muy poca gente, por ejemplo, se desplazaría de Barcelona a Vigo para visitar el bar.

Las experiencias previas en La Grieta con respecto a montar equipos en un bar gaming derivaron en varios problemas y conflictos, y ven que incluso en grandes ligas se topan con obstáculos a la hora de encontrar patrocinios y ser solventes. Oh My Game, por su parte, optaría en todo caso por patrocinar un equipo ya hecho, y hace alusión a todas las responsabilidades y gastos de crear uno, desde gestionarlo hasta entrenarlo: algo que escapa al enfoque de su negocio y que por el momento no consideran viable. Por último, en Login Gaming Bar nos explican que no es su prioridad, aunque reconocen lo interesante de montar ligas interbares y colaborar entre sí para generar más comunidad.

A día de hoy, que el bar gaming se lance al escenario eSport de esa forma es algo lejano y muy costoso. Desconocemos si, en los próximos años, podremos ver un equipo NoPing o un equipo Respawn compitiendo a nivel profesional y de manera rentable. En una industria tan volátil y cambiante, casi todo es posible.

Los equipos de eSports propios de bares gaming todavía son una realidad lejana. Login Gaming Bar.

Bares gaming: De cara al futuro

Como conclusión, nos gustaría hablar de la importancia general del bar gaming, su condición de nicho y el futuro que le espera. Pero dejaremos que sean los propios bares, los protagonistas de este reportaje, quienes expliquen y toquen todos estos temas a lo largo del vídeo.

El bar gaming se está consolidando como un negocio viable en todas sus facetas, y a priori, le espera un futuro favorable y prometedor. La industria del videojuego crece, se expande y conquista nuevos adeptos cada día. Se abre a todo tipo de personas y con ella avanza el bar gaming: como diferentes puntos de reunión social, particulares y adaptados a diferentes segmentos de jugadores.

Una forma de negocio todavía cambiante, que evoluciona acorde al videojuego y que, pese a no estar exenta de problemas, ha irrumpido con fuerza y con probabilidades de quedarse. El cíber marcó la infancia o la adolescencia de muchos de nosotros, pero creemos que este tipo de local puede hacer mucho más y arraigarse en lo más profundo de la vertiente social de la industria. A través de la coexistencia de bares enfocados en el escenario de eSports; en el público casual o en uno más veterano; en juegos modernos o en otros más arcade y de recreativos que, como explica el copropietario de Next Level Arcade Bar Daniel López, sirvan de recordatorio y estandarte de un pasado no tan lejano.

Tan solo el tiempo dirá de qué manera se moldeará y si permanecerá en las calles de nuestro vecindario, cómo afrontará sus problemas y hacia dónde se expandirán cada una de sus tendencias.  Mientras tanto, nos vemos en los bares.

Álex López
Periodista y seguidor de la industria del videojuego. Pulsador de botones y teclas a tiempo parcial.

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